martes, 4 de septiembre de 2012

Busca el ascenso

En el Gabino Sosa, el Charrúa derrotó 1-0 al Tricolor de Munro y pudo volver a la victoria luego de tres empates consecutivos. Diego Villagra marcó el gol agónico para el Matador de Tablada


Pocos minutos faltaban para que Central Córdoba volviera a sumar una nueva frustración en su propia cancha y frente a toda su gente, hasta que una corrida fugaz de Emanuel Dening por la derecha desarmó toda la defensa de Colegiales y dejó lugar para que Diego Villagra se lanzara de palomita en el área y con un fuerte cabezazo hiciera festejar a todos los hinchas del Charrúa que hoy se ilusionan con el ascenso a la B Nacional.

Previo al comienzo del cotejo, el conjunto de Marcelo Vaquero ya sufría las bajas de dos de sus máximas figuras porque Nicolás De Bruno y Santiago Raymonda no eran de la partida. El Patito había comenzado el día con un estado gripal que le impedía jugar, en tanto que el ex Huracán despertaba con una molestia en su ojo que le quitaba visibilidad y tampoco podría estar.

Con todos estos problemas, el Charrúa batalló en todo momento en la mitad de la cancha para recuperar la pelota y entregársela a Martín Mustachi, el único jugador dotado técnicamente para llevar las riendas del equipo. No obstante, al enganche se le notaba mucha imprecisión en sus pases y un poco de nerviosismo debido, quizás, a que él era el conductor del Matador.

También se encontraba Matías Pavoni ayudando al Gitano en la gestación de juego, pero no duró mucho tiempo en campo ya que tuvo que salir lesionado y dejarle su lugar a Dening, un ligerito y rápido jugador que fue clave en la victoria del equipo. Prácticamente sin situaciones claras de gol, se iba un primer tiempo que hacía suponer que a Central Córdoba le costaría patear a la meta contraria.

La segunda mitad comenzó favorable a la visita. El técnico de Colegiales puso en cancha a un delantero por la banda izquierda para aprovechar las falencias que tenía el conjunto rosarino a partir de la ausencia de De Bruno y la improvisación en el puesto de Facundo Fabello. En estos minutos, el Tricolor de Munro inquietó en reiteradas ocasiones a Leonel Poropat, que estaba atento y muy seguro para salir a descolgar centros y no dar rebotes a los remates de los rivales.

Después de esos sobresaltos a los que debieron sobrevivir los defensores del equipo para mantener la igualdad, el partido se estancó. Con el correr de los minutos, los visitantes se retrasaron en la cancha y el Charrúa no contaba con ningún jugador que hiciera la diferencia y le diera mayor claridad al juego debido a que había muchos menos espacios que al comenzar el duelo.

Parecía que el encuentro se moría en un 0-0 y que Central Córdoba volvía a perder una chance más de escalar posiciones, hasta que apareció la cabeza salvadora del Tero Villagra sobre el final del partido que depositó el balón dentro de los tres palos e hizo festejar a los mas de 5.000 hinchas que se presentaron para ver la trabajada pero victoria al fin de un equipo que va por más.


Por Germán Casagrande (@German_Show)

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